Nuestras elaboraciones no necesitan nevera. Lo ideal es que estén en un lugar fresco, seco y alejado de olores fuertes. Las temperaturas más apropiadas de conservación son de 15 a 20 grados con un bajo nivel de humedad. Para una buena conservación es necesario evitar sucesivas variaciones de temperatura, así como que estas sean bruscas. No deben estar expuestas directamente a los rayos del sol o a cualquier otra fuente de calor, tales como motores, radiadores. etc.
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